Tarde.
Ganas de huir, de no verte ni la sombra,
de pensar que ésto fue un sueño o una pesadilla,
que nunca apareciste, que nunca has existido.
Ganas de besarte, de coincidir contigo,
de acercarme un poco y amarrarte en un abrazo,
de mirarte a los ojos y decirte bienvenido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario